Sunday, October 19, 2014

19 - Un puente con las mujeres en lucha en la India - Intervención del MFPR Italia al Mitin Internacional



El Movimiento Feminista Proletario Revolucionario, organización generada del PCm Italia, saluda hoy, desde este encuentro internacional, con profunda alegría revolucionaria, el 10º aniversario de la formación del Partido Comunista de la India (Maoísta), partido que dirige la gran guerra popular en la India contra el cada vez más reaccionario Estado indio y el imperialismo; saludamos a todos los miembros del Partido y las masas revolucionarias en la India y, en particular, a las muchas mujeres que en la marcha hacia la conquista de un nuevo poder, el poder popular, representan una parte integral decisiva y amplia de él; y también rendimos homenaje a todos los hombres y mujeres que cayeron mártires en la batalla, alzando aún más alta la bandera roja de la revolución.
En la Conferencia Internacional de Hamburgo en noviembre de 2012, coincidiendo con el Día Internacional contra la Violencia a las Mujeres, lanzamos  la propuesta de construir un puente que sirviera de vínculo de apoyo solidario con las mujeres indias “tanto para dar a conocer, a las masas de mujeres populares y proletarias  en nuestro país, la guerra popular en la India y el protagonismo directo en ella de muchas camaradas mujeres y de miles de mujeres indias, y, por otro lado, encontrar la fortaleza y ejemplo para hacer progresar también en nuestro país el proceso revolucionario en que las mujeres serán protagonistas, especialmente las mujeres proletarias”.
Y, efectivamente,  comenzamos a construir ese puente desde el 25 de noviembre, cuando a nivel internacional dedicamos ese día en particular a las mujeres maoístas en la India y avanzando luego en nuestro país hacia nuevas e importantes etapas de lucha en las esferas de la mujer, especialmente con la histórica primera huelga de mujeres el 25 de noviembre de 2013 y más recientemente el 8 de Marzo de este año, dirigiendo cada vez nuestra mirada internacionalista a todas las mujeres proletarias y trabajadoras que luchan en el mundo, especialmente a todas las mujeres revolucionarias que están en la vanguardia de las guerras  populares. Queríamos alzar más y más alto nuestras manos y apretarlas con las de nuestras hermanas de la India, porque la India se está convirtiendo en un símbolo de la violencia del sistema capitalista e imperialista, particularmente en todos los aspectos contra las mujeres, y hoy, con el nuevo Gobierno fascista y proimperialista de Modi, este proceso está aumentado rápidamente. En la India, las viejas tradiciones feudales, el tribalismo familiar, el fundamentalismo religioso en las extensas zonas fuera de las grandes ciudades, se combinan en las modernas megalópolis con el salvajismo de grupo, el nuevo acoso, donde el imperialismo añade nuevas aberración a las antiguas.
Anuradha Gandhy, la Camarada Janaki, fallecida dirigente del PCI (Maoísta), que desarrolló la teoría del movimiento femenino revolucionario en la India y organizó a las mujeres en varias zonas, en una entrevista en marzo de 2001 para “Poru Mahila”, órgano del Krantikari Adivasi Mahila Sanghatan KAMS [Organización de Mujeres Revolucionarias Adivasis] , hablando sobre las mujeres en las zonas urbana decía:
“Aunque todas las mujeres en la India se encuentran bajo la opresión feudal, capitalista, imperialista y patriarcal, ésta aparece en varias formas en áreas distintas, las áreas urbanas y las rurales. Las mujeres de la clase obrera y las mujeres de la clase media en las zonas urbanas tienen algunos problemas específicos. En primer lugar, si contemplamos los problemas en el seno de la familia, incluso en áreas urbanas, las mujeres están oprimidas por la cultura feudal. (…) Las muchachas solteras están bajo la presión de casarse con hombres de la misma casta y misma religión (…) Incluso si una mujer desea trabajar fuera del hogar, necesitará tener el permiso del padre, hermano o marido. A algunas personas de castas y religiones (por ejemplo, los musulmanes y kshatriyas) no les gusta que sus mujeres trabajen. Por lo tanto se convierte en inevitable para las mujeres luchar incluso por su independencia económica. (…) Especialmente en los últimos 25-30 años, quizás sea la India el único país donde el nuevo crimen de quemar novias por la dote se ha convertido en una moda. (…)  Las mujeres en las zonas urbanas tienen muchas oportunidades para salir de casa y trabajar. Consiguen empleos en fábricas, oficinas, escuelas, hospitales y tiendas. Pero en muchos trabajos no reciben el mismo salario que los hombres (…) Además, tienen que enfrentarse al acoso de los patronos y los hombres bajo quienes trabajan. Esto se produce de muchas maneras. No sólo las mujeres de la clase obrera sino incluso mujeres de la clase media con educación se enfrentan a un acoso así. (…) Finalmente, otra cuestión es la influencia de la cultura imperialista, muy grande entre las mujeres de las ciudades. No sólo están influidas por el consumismo sino que además son víctimas de él. Esto aumenta día tras día. En lugar de valores humanos están dando más importancia a la belleza y los productos de belleza. Como resultado, existe un ambiente de inseguridad debido a las atrocidades y acoso en las zonas urbanas”.
Pero especialmente en la India, la violencia, los asesinatos de mujeres –contra los cuales en un periodo reciente tuvieron lugar grandes manifestaciones de masas en varios Estados, en que la participación de mujeres y jóvenes fue extensa- son perpetrados directamente por el Estado indio como un instrumento de represión, especialmente en las zonas rurales donde avanza la guerra popular, y las violaciones de campesinas, de mujeres dalits por las fuerzas policiales, militares y paramilitares, se ha convertido en una rutina como parte de la Operación Cacería Verde, y las violaciones se combinan repugnantemente con las torturas contra las mujeres maoístas detenidas. Sin embargo, muchas mujeres, camaradas, han transformado esta violencia, las duras condiciones de su vida, la represión estatal, en un poderoso factor de rebelión, uniéndose a la guerra popular. Cerca del 40% de la fuerza combativa consiste en mujeres y constituyen una parte fundamental de la guerra popular revolucionaria dirigida por el PCI (Maoísta).
“La Guerra Popular ha hecho añicos las vacilaciones de las mujeres”, declaró Anuradha Gandhy hablando sobre las mujeres adivasis que se han unido masivamente a la guerra popular en Dandakaranya (DK), pero ha ocurrido en todas las zonas afectadas por la guerra popular, por lo que el Estado teme la participación numerosa de las mujeres y trata de oponerse a ellas de muchas maneras.
Así, la cuestión de la mujer es una de las cuestiones básicas abordadas por el PCI (Maoísta) para desarrollar y fortalecer la militancia revolucionaria de las mujeres. Muchas de ellas son cuadros del EGLP,  aunque se tienen que dar pasos aún para hacer valer plenamente su papel dirigente. Anuradha Ghandhy escribió: “… Allí donde el Partido está trabajando sistemáticamente, podemos ver que la participación de la mujer es mayor en todas las actividades y movimientos políticos… Igualmente existe una necesidad de proporcionar una formación especial social y política a las mujeres miembros de los escuadrones y pelotones … Aunque se están oponiendo a enemigos y fuerzas tan grandes, la timidez y sentido de subordinación que están aún presentes, son igualmente grandes enemigos que están obstaculizando su desarrollo … Tienen que luchar contra el enemigo en su interior… Para hacer frente a todos estos desafíos nuestras camaradas deben alcanzar madurez política e ideológica y tener autoconfianza … exponer sus posiciones sobre la auténtica liberación de la mujer en el movimiento de la mujer que se está desarrollando a través de diversas corrientes en el país”
La lucha contra la opresión feudal/patriarcal/sexista en las zonas donde el nuevo poder emergió es una lucha concreta, diaria. Aunque difícil y compleja, ha avanzado tanto ideológicamente como en la práctica a través de organizaciones de masas especiales dirigidas por el Partido. Pero esta lucha continúa dentro del Partido, entre las filas revolucionarias contra las formas patriarcales que persisten o se reproducen, a través también de campañas de rectificación específicas.
El papel  dirigente de las mujeres en la Guerra Popular en la India muestra que mientras que se desarrolla la lucha de clases, pone en marcha la lucha por una transformación de las ideas, la cultura, la familia, las tradiciones religiosas, …
Por tanto, la guerra popular en la India es un ejemplo internacional para la lucha de liberación de la mujer y de hacer la revolución dentro de la revolución. Un ejemplo que las camaradas del Movimiento Feminista Proletario Revolucionario siempre han contemplado junto con el nada fácil pero excitante camino, en un país imperialista como Italia, con el objetivo de ganarse a la mayoría de las mujeres para la lucha revolucionaria.
El lazo/apoyo con la lucha revolucionaria de los camaradas en la India es, y debe ser, un estímulo, una inspiración y un aliento muto. En particular, hoy en nuestro país, el principal terreno de  nuestra lucha, es la lucha sobre el terreno de las mujeres en cuanto a sus condiciones de vida y trabajo, la doble opresión de las proletarias, las trabajadoras precarias, las desempleadas, las mujeres inmigrantes. Es un terreno  en que las mujeres miembros del MFPR han dirigido varias luchas. Por ejemplo, en noviembre del año pasado, como ya hemos mencionado, estas luchas convergieron en un acontecimiento único e histórico, la  “huelga de mujeres”, a la que se unieron y participaron miles de mujeres: obreras de las fábricas, trabajadoras de la enseñanza, mujeres precarias de diversos sectores, desempleadas, estudiantes. Fue una huelga en que la lucha contra el sistemático surgimiento de los feminicidios y la violencia sexual contra las mujeres en nuestro país, llamado “civilizado”, se relaciona con la condición completa de la doble opresión y explotación que sufren la mayoría de las mujeres, como resultado de las cada vez mayores políticas reaccionarias de la moderna Edad Media implementadas por los gobernantes. Una huelga que los patronos, el Gobierno, el Estado, los partidos políticos, los sindicatos oficiales, las feministas burguesas y pequeñoburguesas sintieron como un “peligro”, pero también fue menospreciada o ignorada por las organizaciones “comunistas” economicistas, porque ha colocado en el centro la cuestión de la doble lucha revolucionaria de las mujeres como crucial para derrocar, de arriba abajo, este sistema social, según el concepto de revolución dentro de la revolución para construir una nueva sociedad en la vida en su conjunto deba cambiar. De hecho, ha sido una brillante chispa que, prendiendo muchos fuegos de luchas de mujeres, de norte a sur en el país, puede, a través del tiempo, “incendiar la pradera”. Durante la huelga de mujeres conectamos nuestra lucha con la de las mujeres indias y de todas las mujeres del mundo contra el sistema capitalista e imperialista, como una poderosa fuerza para la revolución.
A través de las experiencias de lucha como la huelga de mujeres, las camaradas del Movimiento Feminista Proletario Revolucionario, organización generada por el Partido, dirigido por el marxismo-leninismo-maoísmo, que se encuentra a la vanguardia en la organización y dirección de las mujeres proletarias en particular, dio un paso adelante para jugar un papel dirigente en todos los campos, en el movimiento sindical, en el movimiento de la mujer y, especialmente, en la lucha por la transformación revolucionaria de nuestro país, comenzando por la construcción del Partido para la revolución. Un Partido Comunista de nuevo tipo, que se plantee como estrategia la cuestión de la mujer, como una línea de demarcación; un Partido donde las mujeres son objetivamente la vanguardia más radical, la fuerza motriz dentro de la lucha política e ideológica contra las ideas e influencia patriarcales, burguesas/sexistas, contra la mera aceptación “en principio” de la cuestión de la mujer, que no transforma eso en una fuerza material, empuñando el concepto de revolución dentro de la revolución que ya existe dentro del Partido, como una riqueza global en el Partido y para el Partido. En medio de avances y retrocesos, nuestras camaradas contribuyen al proceso revolucionario en este país.
Con esto en mente, el principal objetivo es estar firmemente ligadas a los maoístas de las guerras populares en el mundo, y hoy especialmente con las mujeres combatientes en la Guerra Popular más avanzada y efectiva a nivel internacional.
A la luz de todo esto, finalizando nuestra intervención, en nombre del MFPR creemos necesario asumir el compromiso para una iniciativa específica respecto de las mujeres indias, el corazón vital de la guerra popular contra la ferocidad del Estado indio, genocida de su propio pueblo, una iniciativa que proponemos al CIAGPI, organizador de este Encuentro y al movimiento de mujeres a nivel internacional, para que el puente que construimos se fortalezca y extienda.

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