Saturday, October 14, 2017

La Bolivia de Evo Morales/Garcia - una analisi de AND

 Bolivia: Con la política dei “nuevo modelo de nacionalizaciones” el gobierno de Morales-García sirve al mayor saqueo imperialista y mientras trata de adormecer la conciencia de las masas


En los días siguientes vamos a publicar unos apuntes críticos de la resención: „La Revolución Rusa, según García Linera por Emir Sader, en la sección Opinión, del diario Página 12 de Argentiona, 22 de junio de 2017, diario que representa las posiciones de uno de los grupos de la facción burocrática de Argentiona.
En su resención Emir Sader, un intelectual a sueldo del PT de Lula y Dilma, llena de elogio de comienzo a fin a este García Linera, sujeto oportunista y ladino, que funge de vicepresidente de Bolivia en el gobierno del MAS, encabezado por E. Morales, presentandolo como un gran revolucionario en teoría y práctica y como uno de los más grandes intelectuales latinoamericanos.
De lo que acabamos de decir surge la necesidad de ver lo que hace el gobierno de Morales-García en Bolivia, por eso antes de entrar en materia haremos un largo recorrido sobre los hechos que muestran el verdadero carácter del mismo y de sus personajes.
Bueno, allá este Sader que ejerce de cortesano de la pluma, a nosotros nos interesa aquí contrastar las citas o referencias del sicofante Garcia Linera, es decir su visión oportunista que corresponde a la facción de la clase dominante que está en el gobierno del viejo Estado boliviano, con el significado histórico, lecciones y desarrollo de la Gran Revolución Bolchevique de Octubre establecida por quienes la dirigieron durante el largo período de su preparación, triunfo y continuación hasta el golpe contrarrevolucionario revisionista de Jrushov y la restauración del capitalismo en la URSS. Esto es, en palabras del gran Lenin y Stalin. Asimismo, senalar las lecciones y la tarea que de esta gran experiencia histórica extraen los maoístas.

Algo de historia: Desarrollo de la situación revolucionaria, profundización de la crisis del capitalismo burocrático en Bolivia y lucha de las masas que va en ascenso desde comienzos del siglo XXI, consecuencia de esta situación objetiva, es que se suceden gobiernos de la facción compradora. 
 
La reacción boliviana busca la salida a la crisis mediante sucesivas elecciones y cambios de gobierno (en dura pugna entre las facciones de la gran burguesía).
Mediante elecciones se designa un nuevo gobierno, el 2005, que entra en funciones a partir del 2006, uno de la facción burocrática de la gran burguesía. Nuevo gobierno reaccionario, encabezado por el oportunismo (gobierno del MAS, con Morales y García Linera, como presidente y vicepresidente). 
 
Salida constitucional a la crisis (temporal y relativa): “Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia”. Elecciones y constituyente son elementos claves de la salida reaccionaria clásica a la crisis política y conjurar la revolución (salida contrarrevolucionaria).
Este cambio de gobierno, de una facción de la gran burguesía (la compradora) a otra (de la burocrática) y una “nueva” Constitución, es la mercancía podrida que los oportunistas en el gobierno reaccionario de Bolivia quieren vender como revolución.
Grandes discursos, de los oportunistas, llenos de demagogia „anti-imperialista“,"nacionalista“, "revolucionaria“, "indianista“ del "buen vivir“ y de la "pacha mama“, que son vertidos en el texto constitucional, contradictorios con otros contenidos del mismo texto, expresión de la esencia de clase de la Constitución, que son lo que el gobierno del MAS ( superpone a los derechos y reinvindicaciones “simbólicas” de los pueblos originarios) impone al país y al pueblo boliviano, como veremos más abajo.

 Demagogía sustentada en teorias reaccionarias y trasnochadas del “postmodernismo”
Demagogía sustentada en teorias reaccionarias y trasnochadas del “postmodernismo”, del “postdesarrollismo”, “postmarxismo”. Que buscan negar la existencia del capitalismo en su última fase o imperialismo, reduciéndolo a la categoría política de “imperio”, por eso Morales puede lanzar furibundos “ataques” contra el “imperio” y, al mismo tiempo, ir a reunirse en Nueva York con los representantes del capital financiero yanqui y clamar por sus inversiones.
Demagogia que busca negar el carácter semifeudal y semicolonial, donde se desenvuelve un capitalismo burocrático, de la sociedad, reduciéndolo a un problema de identidad, es decir de recuperación simbólica del “indio” sobre la dominación impuesta desde la colonia, negando la división en clases y la lucha de clases en Bolivia.
Niega la necesidad de la revolución de nueva democracia, metiéndola en un mismo saco con las llamadas teorías “desarrollistas”, declarándolas superadas por la “concepción del buen vivir” de los pueblos originarios, de acuerdo a sus representaciones y costumbres ancestrales.
Niega la base económica de los fenómenos sociales, el desarrollo sujeto a leyes objetivas, la verdad objetiva. Buscan sustentarse en los teóricos del postmodernismo, quienes sostienen, que siempre hay una verdad más allá de lo que es percibido por el sujeto, el “acceso 'fenomenológico' a lo que hace de una tesis una tesis”. 
 
Estos oportunistas buscan su justificación ideológica en los representantes de esta corriente, según los cuales, “el mundo subjetivo y el mundo objetivo habitan la misma esfera del discurso”. Esto, por ejemplo, dicen: “no anula la diferencia entre el arte y otros discurso, como el tratado antropológico por ejemplo”, diferentes experiencias de “cómo se ha naturalizado un significado en el mundo, de cómo se ha constituido nuestro horizonte-de-lenguaje, nuestro mundo-supuestamente-objetivo”.
Idealismo subjetivo que niega que el ser social determina la conciencia social, y la importancia de ésta, del dominio de la superestructura, donde -de acuerdo al marxismo- el cambio político precede a los cambios económicos (la revolución).
Refritos reaccionarios de una pretendida “revolución” “indianista”, que es la contrarrevolución, el fascismo con la parafernalia, el disfraz vernácula, para contraponen a la necesidad de la revolución de nueva democracia y el socialismo hasta el comunismo.
Recordar que el “discurso”” postmoderno”, niega la verdad objetiva, dice, que eso es “racionalismo”, que “ha llevado a todos los totalitarismos”. La verdad, para ellos, es como el sujeto percibe la realidad, así: “Lacan arguye que la verdad descompleta la totalidad del saber, que ella orada el saber aceptado. Y esto no porque formule una versión más exacta del mundo objetivo sino porque toca lo real que se halla ocluido por el saber que constituye la objetividad del mundo (…) O dicho en el argot formalista, la verdad es lo que desfamiliariza el saber, lo que al tocar lo real, hace que se perciba de otra manera un corredor tantas veces transitado” (todas las citas entrecomilladas sobre el postmodernismo han sido extraídas de: Sobre el saber y la verdad de Lacan, 1981: cap. 7, citada por Ubilluz, en ?Nuevos sujetos subalternos?, Ibero Americana, N°37, marzo 2010, Berlin, pág 135 y ss). 
 
Esa interpretación de la verdad como algo que pertenece al “discurso”, ese subjetivismo idealista “anti-totalitario”, paradojas de la historia objetiva, ha encontrado su máxima expresión reaccionaria en la demagogia archirreaccionaria del nacionalismo imperialista de Trump con su “postverdad”, “facke news”.

 Desarrollo del capitalismo burocrático impulsado por el gobierno en beneficio del imperialismo, la gran burguesía lacaya y los terratenientes

Discurso tras discurso de estos oportunistas. Mientras, que al igual que los gobiernos anteriores de la facción compradora ( los „gobiernos neoliberales“), abren de par en par las puertas para la inversión imperialista y de la gran burguesía lacaya; para la explotación de los recursos naturales del suelo y del subsuelo, para la exportación; es decir, para satisfacer las necesidades del mercado mundial imperialista. 
 
Desarrollo del capitalismo burocrático impulsado por el gobierno en beneficio del imperialismo, la gran burguesía y los terratenientes. Violando su propia Constitución, “superponiendo a los derechos del pueblos boliviano consignados en el texto constitucional”, conceden toda clase de privilegios a las grandes empresas imperialista, la gran burguesía nativa y los terratenientes para el control hegemónico de estos recursos y la concentración cada vez mayor de la gran propiedad de la tierra, impulsando el despojo, afectado los derechos del pueblo, de los campesinos y de los pueblos indígenas.

En esta tarea reaccionaria de entrega de la riqueza del país al imperialismo, ocupa un lugar destacado, el vice-presidente García Linera. Quien ladinamente actúa para satisfacer la voracidad del imperialismo por materias primas recurriendo a todas las técnicas del ocultismo y la predigistación política para engañar al pueblo:

En el año 2013, el vicepresidente Álvaro García Linera anunciaba la apertura de áreas protegidas a la actividad extractiva petrolera; el anuncio de la autoridad llegaba tarde pues las áreas protegidas ya habían sido incorporadas de forma inadvertida a la nueva frontera petrolera que para entonces había crecido desde cerca de 3 millones de hectáreas a más de 24 millones de hectáreas.
En el año 2014 la nueva ley minera definió un marco normativo excepcionalmente favorable a los mineros privados y extranjeros que recibieron derechos preferentes sobre los del resto de la población. La nueva ley terminó legalizando infinidad de emprendimientos ilegales bajo la figura de derechos pre-constituidos. Se entregó a los actores mineros un derecho preferente sobre los recursos hídricos en oposición a las disposiciones de la Constitución y las áreas protegidas y los bosques quedaron a merced de la expansión minera”.(Informe: Geografía del extractivismo en Bolivia, Georgina Jiménez, investigadora del CEDIB)
Este gobierno impulsa la mayor penetración del capitalismo burocrático en el agro evolucionando la base semifeudal y una mayor concentración de la tierra en manos de los terratenientes: 


 
En el año 2015 una Cumbre Agropecuaria realizada entre el gobierno, el sector agroexportador y organizaciones cooptadas (como se ve una „cumbre“ o consejo agropecuario corporativo, nota nuestra) por el gobierno derivó en la posterior aprobación de varios decretos que entre otras cosas, favorecieron la actividad agroexportadora legalizando los desmontes ilegales, permitiendo la destrucción de nuevas áreas de bosques para ampliar la frontera agrícola, postergando la verificación del cumplimiento de la Función Económica Social de la propiedad agraria (...) bajo el pretexto de garantizar la seguridad alimentaria de la población.

El desarrollo normativo a favor de las actividades extractivas no ha cesado y ha terminado en el último semestre del 2015 aumentando aún más la extensión de la frontera hidrocarburífera que ya comprende una superficie mayor a los 30 millones de hectáreas e incluye una región grande y sensible de la Amazonía boliviana.“(Informe citado)

Otro informe, revelando el carácter latifundista y de impulso del capitalismo burocrático en el agro que impulsa el gobierno, consigna lo siguiente:
"Entre 2010 y 2014 Bolivia incrementó en un 39% el volumen de alimentos importados. En términos de dinero este incremento fue de 48%. (...)

 En este escenario de modelo dual de tenencia de la tierra (gran propiedad y pequeña propiedad) junto con la retórica sobre “madre tierra”, las normas agrarias en el país adolecen de una bipolaridad en su uso. Sirven tanto para disimular una política en favor de las comunidades, pero en realidad el uso de la norma que se impone fortalece el modelo agropecuario del agronegocio. En este contexto se vienen produciendo nuevas formas de subordinación y sometimiento de los pequeños propietarios campesinos e indígenas por los grandes propietarios. Es el caso de la avanzada de la frontera agrícola en áreas guaraní. 
Una forma es la expansión de los monocultivos (soya, sorgo, chía...) a los cultivos campesinos e indígenas. Otra forma es la captación de mano de obra campesina-indígena en las empresas agrícolas y las grandes estancias, con lo cual la comunidad queda despoblada de jóvenes y adultos, y es residencia de ancianos y niños. Otra forma es la ruptura de la unidad y continuidad territorial de las TCOs vía alquiler de tierras a terceros; al interior de ellas se introducen islas de haciendas ganaderas o de monocultivos donde en algunos casos se emplean a los comunarios como peones jornaleros. 
El resultado de estas relaciones de subordinación es la dependencia alimentaria en la gente de las comunidades. Ellos acceden algo más a dinero en efectivo, pero con ello compra alimentos procesados. Pierden su condición de productores de alimentos ricos en su valor nutritivo, cultural y de soberanía alimentaria; a cambio llegan a ser consumidores de alimentos chatarra, peones del agronegocio" (Síntesis del Seminario “Reconfiguración agraria y movimiento indígena y campesino en Bolivia” 28 julio 2016).
El desarrollo normativo a favor de las actividades extractivas no ha cesado y ha terminado en el último semestre del 2015 aumentando aún más la extensión de la frontera hidrocarburífera que ya comprende una superficie mayor a los 30 millones de hectáreas e incluye una región grande y sensible de la Amazonía boliviana.“(Informe: Geografíua del Extractivismo, ya citado)
Despojo violento del campesinado y de los pueblos amazónicos: bajo la definición estatal del carácter estratégico de las actividades extractivas de las "multinacionales"

"Despojo violento del campesinado, todo bajo „ (…) la definición estatal del carácter estratégico de estas actividades de extracción, han generado una latente conflictividad que periódicamente estalla en coyunturas de violencia entre actores que disputan intereses sobre un mismo territorio.
Los pueblos indígenas han estado sensiblemente afectados por esta expansión de la frontera extractiva sobre sus territorios y les arrebata el derecho a la gestión territorial que les asiste por Constitución, pero no son los únicos afectados. De hecho la nueva frontera extractiva se superpone a derechos territoriales y/o propietarios de indígenas pero también de comunidades campesinas, poblaciones rurales y periurbanas y se superpone también sobre propiedades y derechos de privados(...) la frontera extractiva avanza sin que encuentre límite alguno”.(Informe ya citado)
El gobierno del viejo Estado terrateniente-burocrático, al servicio del imperialismo, principalmente yanqui, „superpone“ ( es decir, impone) los „derechos“ de las poderosas empresas del capital imperialista y de la gran burguesía nativa sobre los derechos (“simbólicamente” protegidos en la Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia) de los más débiles y desprotegidos por el viejo Estado:
El panorama es sombrío (…) superposición de derechos y (...)la afectación se extiende sobre el rico patrimonio natural del país y sobre las áreas protegidas nacionales imprescindibles para mantener la riqueza en biodiversidad y el endeble equilibrio ecológico del país.(Sometida) a la voraz actividad de explotación de los recursos naturales a manos de privados y/o empresas extranjeras amenaza con impactos sociales y ambientales de una envergadura hasta hoy desconocida“.


¿Cuál es la diferencia entre este gobierno y los anteriores, es decir con los de principios de los 90 del siglo pasado hasta el 2005?
Preguntémonos, aquí, entonces,¿cuál es la diferencia entre este gobierno y los anteriores, es decir con los de principios de los 90 del siglo pasado hasta el 2005, en cuanto a la entrega de los recursos naturales a los imperialistas yanquis, espanoles, holandeces, rusos, chinos, japoneces, etc. ( al llamado "extractivismo“)?
Nosotros hemos establecido, que la diferencia radica en la facción de la gran burguesía, que está en el gobierno del país, ya sea la compradora o la burocrática. Otros, pese a no ser maoístas, llegan a similar conclusión como se lee, en la cita siguiente:
Entre los aspectos que distinguen a los gobiernos progresistas ( para nosotros gobiernos reaccionarios de la facción burocrática de la gran burguesía con participación de los oportunistas) de los neoliberales en el tema del extractivismo se encuentran en el mayor control del Estado y no del mercado, hay un creciente porcentaje de las ganancias, rentas e impuestos y con más gasto social en la población. La imposición de los proyectos, sus impactos y la represión con matices resulta similar en ambos sistemas“.
Y se preguntan una vez más: „ ¿Hay extractivismos diferenciados entre izquierda y derecha? ¿Cuál es el panorama de la región?“ . Con su respuesta denuncian a estos gobierno „progresistas“ así:
Tras el ascenso de gobiernos progresistas en América Latina con una mayor participación del Estado o ‘posneoliberales’, se empieza a acuñar el término de neoextractivismo, de tipo progresista, como sugiere Gudynas (2009). ¿Pero qué es lo nuevo o lo progresista que podrían contener este extractivismo?2

EL CASO DEL ECUADOR MUY SIMILAR AL DE BOLIVIA
"Veamos un ejemplo, con la llegada al poder del presidente Rafael Correa (2007) se establece una nueva constitución política (2008), la cual incluye los conceptos de Estado pluricultural, derechos de la naturaleza, entre otros. Esto genera la expectativa de un cambio en el extractivismo. Pero esto no fue así; en su lugar, se profundizó el extractivismo como modalidad de acumulación imperante desde la colonia.
Más aun, la posición del presidente Correa es que para salir del extractivismo hace falta más extractivismo. Esto se explica en parte porque las ganancias del extractivismo financian los programas sociales (asistencialismo), para hacer la “revolución ciudadana”, ignorando su alto impacto socioambiental.
Para incrementar estos recursos, se amplió la frontera petrolera en zonas poco exploradas como la Amazonia y se abre la puerta a la minería metálica a gran escala.
(…) Este modelo aplicado en Ecuador está siendo escuela para el resto de Suramérica(…)
Según Dávalos (2013), el gobierno de Correa ha sido el régimen político que más ha invertido en salud y educación, pero “este gasto cumple un rol político preciso al interior de la dinámica extractiva al legitimarla y posibilitar su expansión y consolidación”(s/p).En este círculo vicioso de extraer para la inversión social que provoca el extractivismo, la soberanía y el nacionalismo se reducen a buscar ganancias estatales a través de impuestos y de una mayor participación del Estado en la economía.
(…) Las ganancias se las llevan las economías ricas (imperialistas, nota nuestra); nada comparables a la renta de impuestos y pasivos tanto ambientales como sociales.
Entonces, se mantiene y reproduce elementos clave del extractivismo de raíces coloniales (…) Si vemos los casos de otros gobiernos de derecha, encontramos algo similar al “extractivismo progresista” (…) Perú y Colombia exportan, en toneladas, mucho más de que lo importan, y no consiguen ni pagar sus importaciones".
 Las citas provienen de: ¿Neoextractivismo.... o el mismo saqueo? Mauricio Álvarez-Mora, Temas de nuestra américa, http://dx.doi.org/10.15359/tdna.32-59.7

 La mayor entrega del país al saqueo imperialista de los "gobiernos progresistas“( de la facción burocrática) es la continuación del viejo camino burocrático 
Asi, la entrega del país al saqueo imperialista, ahora bajo el nombre postmoderno de „neoextractivismo“ de los „gobiernos progresistas“, de la facción burocrática, es la continuación del viejo camino burocrático en la minería, los hidrocarburos, la agricultura, etc., de entrega de nuestros recursos naturales a la voracidad imperialista.
Prosigamos ahora con el gobierno del MAS y seguimos citando el estudio:
A partir de la llegada de Evo Morales a la presidencia del Estado y en el marco de una coyuntura de altos precios de los minerales, la actividad minera en el país se ha profundizado con un aumento exponencial de los volúmenes de extracción y exportación de minerales. Este incremento presentado como reactivación de la minería y superación de las condiciones adversas de la época neoliberal, no es sin embargo, otra cosa que la profundización de la actividad extractivista: hemos aumentado los índices de extracción pero la orientación de la actividad minera no ha cambiado en nada; explotamos nuestras riquezas para exportarlas como materia prima alejándonos cada vez más del objetivo de dar valor agregado a nuestros recursos e impulsar una firme política de industrialización (véase figura 6). Es más, entre los años 2005 y 2013 se ha consolidado la exportación de minerales como concentrados (en bruto) y ha habido un retroceso en el porcentaje de minerales que se exportan como metálicos (minerales que pasan por proceso de fundición) bajando desde un 5,52% en 2005 a apenas un 2,76% en el año 2013 (Figura 7). 
 
La nueva ley minera aprobada en el año 2014 ha entregado derechos preferenciales a los actores mineros privados (empresarios chicos y medianos, empresas transnacionales y grupos dirigenciales de antiguos trabajadores de la empresa minera estatal que vía pactos con el actual gobierno han sido declarados cooperativistas sin serlo) y ha consolidado el papel de mero apéndice del Estado en la actividad minera. 
 
La nueva ley no resuelve los problemas del sector, ni regula la actividad para garantizar los intereses mayores del pueblo boliviano; al contrario propicia la ampliación de las áreas mineras (antes concesiones) en todo el territorio nacional incluyendo su expansión hacia el oriente boliviano, la amazonia y las áreas protegidas que hasta antes de la ley no estaba permitida.-
 
La Consulta como ya es una constante en toda la legislación del gobierno de Evo Morales ha quedado reducida a una mera formalidad y se ha arrebatado a los pueblos indígena gran parte de sus derechos consagrados en tratados y en la Constitución. El resto del pueblo boliviano ha perdido cualquier posibilidad de protesta, defensa y resistencia a la actividad minera pues la ley criminaliza la protesta ciudadana y establece mecanismos de amparo inmediato a los actores mineros que ante cualquier acción de la sociedad que les genere un ambiente inconveniente reciben el resguardo inmediato del Estado con el uso de la fuerza pública.
Las empresas extranjeras controlan el mercado de zinc, plata y plomo, que son los minerales con mayor volumen de explotación y exportación y el papel estratégico de la actividad ha quedado en mano de transnacionales como Coeur d’Alene (EEUU), Glencore Xstrata (Suiza), o la gigante Sumitomo (Japón) que posee la mina a cielo abierto más grande del país a través de la empresa San Cristóbal.
El Estado boliviano cuenta con pocas operaciones mineras, de las cuales sólo destacan el yacimiento estañífero de Huanuni, Colquiri, la fundición de Vinto y el proyecto de litio en el salar de Uyuni pero con todo eso, apenas si interviene con un 3.71% en la explotación de los minerales que hoy tienen relevancia en razón de los volúmenes y el valor de exportación" (Informe citado). 

 "La consulta es mero formalismo...se ha arrebatado a los pueblos indígena gran parte de sus derechos consagrados en tratados y en la Constitución"

La ineficacia de la Constitución y las leyes es palmaria. Son ineficaces frente a la voracidad del capital imperialista y de los grandes burgueses y terratenientes protegidos por su viejo Estado. Mayor saqueo del país fomentado y favorecido por el gobierno ,encabezado por lo oportunistas, con su discurso “indianista”, para tratar de ocultar la realidad objetiva de opresión y explotación y su propio servilismo, como lo denuncian los hechos concretos, según leemos en el Informe que venimos citando:
(...)La rica biodiversidad del país forma parte del patrimonio natural del pueblo boliviano, patrimonio que cuenta con protecciones contempladas en leyes y en la propia Constitución; cerca de 60 áreas protegidas han sido creadas para resguardarlo, 22 de ellas de carácter nacional cuentan con reglamentaciones que prohíben y/o restringen el desarrollo de actividades extractivas en su interior.
Muchos de los territorios de los pueblos indígenas, están superpuestos a las áreas protegidas (…) (que) siempre hayan sido zonas codiciadas por capitales privados nacionales y extranjeros (...) el objetivo de los capitales no ha sido hasta ahora conseguido (por) el contexto normativo(...) Hoy ese escenario se torna cada vez más favorable por las propias políticas de Estado y la decisión gubernamental de impulsar un modelo de desarrollo basado en la mercantilización (de los recursos naturales)(...)
Pablo Villegas N (dice al respecto): “Este modelo no sólo orienta y deforma la economía nacional sino también la vida política del país y su relación con el medio ambiente” Deforestación y expansión de frontera agrícola en beneficio del sector agroexportador” (Informe citado)

 

Expansión de la frontera agrícola en beneficio del “sector agroexportador”, es decir de la mayor penetración del capitalismo burocrático en el agro sobre la base de los grandes latifundios y nuevas formas de servidumbre (evolución de la semifeudalidad), así dice el informe:
Sin embargo la expansión de la frontera agrícola no es equivalente a mayor producción de alimentos para el consumo interno, (...) demuestra su falsedad al comprobar los datos que registran quiénes ocasionan la mayor deforestación y para qué fin y los datos de la creciente importación de los alimentos básicos en el consumo del pueblo boliviano (Figuras 2 y 3, ver arriba)”.
 
En el caso de la exportación agropecuaria (...) el beneficio de la exportación es casi con exclusividad para el sector agroexportador ya que no sólo reciben subsidios para el consumo de diésel necesario para su actividad, se le reintegra los impuestos que deben pagar por su actividad y reciben otros beneficios como la flexibilización de normas legales y hasta el perdón por delitos cometidos (como los desmontes ilegales). Por si fuera poco, la producción de Soya (...) es una actividad que en el país beneficia de manera prioritaria a actores extranjeros (Figuras 4 y 5) " (Informe citado). Sobre importación de alimentos ver arriba cita del Seminario Reconfiguración Agropecuaria...)

El "sector cooperativo" al servicio de la reorganización corporativa de la sociedad boliviana que impulsa el régimen fascista del MAS 
Pero algunos dirán de todo esto, que no es igual, porque el gobierno ha impulsado las cooperativas mineras, etc. Por eso, para develar el carácter económico y político de estas organizaciones, citamos, al respecto, lo siguiente:
El sector cooperativo conformado principalmente por privados enquistados en dirigencias de antiguos sindicatos han logrado un régimen favorable y específico que les permite, bajo la falsa figura de cooperativas, el control sobre gran parte del territorio nacional a través de concesiones obtenidas sobre yacimientos importantes, particularmente de oro, aun cuando estos yacimientos casi siempre se encuentran superpuestos a derechos propietarios y/o territoriales de otros sectores. Hoy, esas mal llamadas cooperativas cuentan con cerca de 130.000 trabajadores, muchos de los cuales son peones mal pagados al servicio de un patrón bajo contratos ilegales y en condiciones de explotación. Las dirigencias cooperativas se han hecho con un 16% de toda la superficie que constituye la frontera de la explotación minera, un porcentaje de concesiones mayor al que ha quedado en disposición de la empresa minera estatal. Convertidos en aliados políticos estratégicos del actual gobierno los cooperativistas tiene un peso específico en el contexto político y económico: cuentan con una importante representación parlamentaria, tienen una cuota en el poder ejecutivo que les permite controlar varios cargos dentro de las autoridades sectoriales y han obtenido con la nueva ley, privilegios especiales como la exención impositiva, la posibilidad de evasión de las leyes de trabajo y seguridad social, de la normativa ambiental y de la obligación de inversiones"(Informe ya citado)
 
Estas cooperativas y los “cooperativistas”, que provienen de la “aristocracia obrera”, son los operadores del sistema corporativos y agentes intermediarios del gran capital en la minería, ese es su carácter político y económico de esas cooperativas y sus operadores, al servicio de la reorganización corporativa de la sociedad boliviana que impulsa el régimen fascista del MAS (Morales-García).

 Los contratos desiguales contra los intereses del país son más entregistas que en épocas anteriores:

(...) las condiciones impositivas y de regalías de la época neoliberal no han sido modificadas y los beneficios que la actividad deja al Estado son tan insignificantes (alrededor del 9 a 10%) que no llegan a alcanzar ni el 13,50% que los Barones del Estaño garantizaban a favor del Estado y quedan muy lejos del 56 % que el Estado conseguía luego de la nacionalización de las minas de los Barones del Estaño y que se obtuvo incluso en la época de gobierno del dictador Hugo Banzer (Figura 10).
Ni un paso adelante en el desarrollo del país, más bien, va para atrás:
La exportación minera es principalmente de concentrados y en menor medida, metálicos (minerales que pasan por fundición). Entre 2005 y 2013, la producción de concentrados se ha más que duplicado, en tanto que los de metálicos sigue siendo poco significativa. Hasta ahora no hemos logrado cambiar la condición de país primario exportador. Volúmenes de producción en TMF de concentrados y metálicos (Gestión 2005 a 2013) Fuente: Datos del informe presidencial Gestión 2013.(Informe citado)
 
Después de las “nacionalizaciones” de 2006, en el sector hidrocarburos, se ha incrementado exponencialmente la explotación de estos recursos no renovables y las ganancias de las grandes empresas imperialistas:
Luego de la “Nacionalización de nuevo tipo” decretada el 2006 por el gobierno de Evo Morales7 y tras la firma de nuevos contratos que convirtieron a las transnacionales en socias estratégicas del Estado, las empresas petroleras debieron asumir las disposiciones de la ley de hidrocarburos del 2005 que obliga a la retención en favor del Estado del 50% del valor de comercialización de los hidrocarburos bajo la figura de un 32% en calidad de Impuesto Directo –IDH- y un 18% en concepto de regalías por la explotación de un recurso que no es renovable”
En fin simples cambios en los porcentajes que las empresas han compensado con creces: 
 
(...) por las transnacionales con el incremento de los volúmenes de extracción y exportación de hidrocarburos en un contexto favorable de precios que fueron subiendo desde el año 2004 hasta el 2012. El valor de las exportaciones que para el año 1999 registró 63 millones de dólares, se incrementó en más de 91 veces para el año 2012 cuando el valor reportado llegó a los 5.742 millones de dólares. (Figura 11) Ambas condiciones (incremento de precios y mayores volúmenes de exportación) han permitido a las transnacionales, ahora socias del Estado en el negocio petrolero, obtener inclusive mayores ganancias que las que consiguieron en la época neoliberal cuando se apropiaban del 82% del valor de las exportaciones. La relación de lo que han perdido y han ganado las petroleras se puede graficar con los siguientes datos: en el año 2004, el valor de las exportaciones de hidrocarburos alcanzó los 815 millones de dólares; sobre ese monto las empresas se apropiaron del 82% del valor equivalente a $us 668,3 millones de dólares. En el año 2011 ya con los nuevos contratos en vigencia, el valor de exportaciones petroleras alcanzó un valor de 3.862,02 millones de dólares americanos. De ese total, las empresas lograron una retribución equivalente al 34,93% del valor de exportación constituido por el reintegro de costos incurridos más una participación en las utilidades. El Estado retuvo en cambio el 64,27% del total del valor de exportación: 50% de IDH y Regalías y un 14,27% por utilidades para YPFB. Aunque los porcentajes del valor de exportación que lograron retener, fueron reducidos sensiblemente, el alza de los precios y el incremento de los volúmenes de exportación lograron que ese porcentaje fuera equivalente a 1.348,95 millones de dólares americanos, es decir un poco más del 100% del monto que en el 2004 representaba el 82% del total del valor de exportación. Vale decir que si bien en términos porcentuales la retención de las transnacionales ha disminuido, en términos de ingresos monetarios brutos han logrado con la nacionalización y los nuevos contratos más que duplicar las ganancias que obtenían antes (Figura 12, Informe citado)".

 Con su "nuevo modelo de nacionalizaciones" el gobierno del MAS trata de adormecer la conciencia anti-imperialista de las masas 
 

Con la política de “nacionalizaciones” de los gobiernos lacayos de los países oprimidos, estos asumen los riesgos políticos y tratan de adormecer la conciencia anti-imperialista de las masas con falsos discursos nacionalistas y los grandes beneficios del nuevo “modelo” y , en su caso, reprimiendo a sangre y fuego las protestas del campesinado y de las amplias masas contra este nuevo “modelo” más entregista y de mayor despojo. 

El país asume los costos económicos del saqueo de los recursos, y el país se endeuda e hipoteca sus ingresos por esto mismos recursos, como por ejempl para la construcción y mantenimiento de la infraestructura necesaria para esta explotación. 

Caso de Bolivia son los préstamos “chinos” para infraestructura a cuenta de ventas futuras del petróleo a China; con estos ingresos se paga la deuda externa y cpon la mantención de reservas en el Banco Central (con pérdidas para el país) se garantiza el pago de estos préstamos y la retribución a las inverciones. Al cabo de unos anos de explotación intensiva y extensiva los recursos se agotan y las empresas se van con sus grandes beneficios y las pérdidas y los danos quedan para el país, quien es el que asume los costos económicos, sociales y para el medio ambiente. 8VER DEPENDENCIA DE LOS CAPITALES  CHINOS EN AMÉRICA LATINA Y BOLIVIA, Gorge Campanini, CEDIB)
CAPITA
De esta manera, la propaganda gubernamental y de las empresas imperialistas, delos beneficios obtenidos para el Estado como compensación al mayor saqueo de las riquezas naturales del país y su justificación con los “programas sociales” fomentados por el BancoMundial, es no engañosa, sino demagógica y es una traición al propio país, al que se arroja cada vez más a la voracidad imperialista:
Sin embargo, las cifras a favor de los ingresos estatales generadas por el negocio petrolero suelen ser peligrosamente engañosas.
Esos beneficios tienen un costo para el país mayor que el monto registrado como retribución a las empresas asociadas.
Las afectaciones al medio ambiente, al tejido social y a la economía local de las comunidades cuyos territorios son cedidos como áreas de explotación es un costo inmenso que no se registra en los informes oficiales ni se quiere reconocer.
La pérdida de las reservas petroleras en razón de la sobre explotación y la renuencia de las empresas extranjeras a invertir para su reposición, obliga al gobierno a flexibilizar una y otra vez las normas ambientales y las obligaciones contractuales que tiene las empresas intentando con ello seducirlas y atraer nuevos capitales extranjeros”.
Las cifras:
Antes del “nuevo modelo de nacionalización:
En 2004 el valor total de las exportaciones de hidrocarburos alcanzó los 815 millones de dólares. De ese valor, un 82%, equivalente a 668,30 millones de dólares fue apropiado por las empresas transnacionales y sólo el 18%, equivalente a 146,70 millones de dólares fue retenido por el Estado Boliviano”.
Con el “nuevo modelo de nacionalización”:
En 2011 se exportaron hidrocaburos por un valor de 3.862,02 millones de dólares americanos. De ese monto, las empresas petroleras retuvieron apenas un 34,93% equivalente a 1.348,95 millones de dólares (más del doble conseguido con el 82% retenido en 2004). El Estado boliviano retuvo el 64,27% del valor total, equivalente a 2.513,07 millones de dólares americanos.
Y a dónde van a parar estos ingresos del Estado? Respuesta: a las mismas “trasnacionales” (empresas imperialistas) que venden a Bolivia los combustibles derivados del mismo petróleo, veamos: 
 
"Para el año 2012 un monto igual al 75% de todo lo recaudado por IDH había sido utilizado en la compra de combustibles derivados del petróleo que no producimos suficientemente y de los cuales depende la matriz energética nacional. En ese mismo año 2012, $us 37.44 millones de dólares se dieron como incentivo a las empresas intentando con ello que consientan en la producción de petróleo, bien sea aumentando las inversiones de desarrollo en los yacimientos existentes para explotar nuevos reservorios o bien iniciando actividades urgentes de exploración (Tabla 1). En los dos últimos meses del 2015 la Asamblea Plurinacional está tratando y ya ha aprobado en su instancia en detalle en la Cámara de Diputados una nueva ley que define incentivos extraordinarios a la explotación ya no sólo de petróleo sino también de condensados cuya extracción no implica para las empresas ningún tipo de costo o inversión adicional pues salen a la superficie asociados al gas extraído en campos de explotación gasífera."

No comments:

Post a Comment